Miembro del equipo económico de Jeannette Jara: “La reforma tributaria no está incluida en las inquietudes de la candidata”

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El equipo económico de la precandidata presidencial chilena Jeannette Jara ha dejado claro que una reforma tributaria no figura entre las prioridades de su eventual gobierno. Así lo afirmó Osvaldo Rosales, uno de los principales asesores económicos de la candidatura, quien aseguró que la propuesta no está contemplada dentro de los lineamientos iniciales del programa que lidera la exministra.

Rosales precisó que la campaña busca enfocarse en medidas prácticas y de rápida implementación, evitando discusiones complejas o de largo aliento como una reforma fiscal integral. A juicio del asesor, la candidata está interesada en proponer un gobierno que recupere la capacidad de gestión del Estado, mejore la ejecución del gasto público y promueva la inversión con reglas claras, sin alterar de inmediato la estructura tributaria vigente.

Aquí está el texto reescrito según las instrucciones dadas:

«Rosales afirmó que lo importante es administrar correctamente antes de proponer grandes reformas, sin haber mostrado habilidades en su implementación. Al ser preguntado sobre la postura del grupo en relación con una posible revisión del sistema fiscal, mencionó que, aunque el análisis fiscal es válido, no es una de las preocupaciones principales identificadas por los ciudadanos en la campaña ni será un enfoque principal durante los primeros años de una posible gestión.»

Esta actitud indica una inclinación hacia la moderación en un entorno político caracterizado por la inestabilidad económica y por intentos fiscales pasados que no alcanzaron acuerdo en el Congreso. De esta manera, el equipo de Jara pretende fortalecer una percepción de solidez y responsabilidad financiera, lo cual significa excluir de los planes actuales cualquier iniciativa que pueda causar fricciones con el sector empresarial o incertezas sobre la estabilidad macroeconómica.

En vez de implementar una reforma impositiva, los planes del equipo económico se centran en cuatro pilares fundamentales: revitalización de la producción, inversión en infraestructura social, optimización del gasto público y refuerzo institucional. Para alcanzar estos objetivos, se proponen acciones como la reestructuración de los programas sociales, el impulso de la inversión conjunta entre sectores público y privado, y el fortalecimiento de las habilidades técnicas en los gobiernos locales.

Rosales destacó también la necesidad de evitar que la campaña presidencial se transforme en una competencia por promesas que no se podrán cumplir en la práctica. “Sería irresponsable generar expectativas sobre una reforma tributaria si no están las condiciones políticas ni económicas para llevarla adelante”, expresó.

Otros integrantes del equipo económico han ratificado esta visión pragmática. En reuniones recientes, se ha consensuado que el programa deberá centrarse en recuperar la confianza de los ciudadanos en la gestión pública y en asegurar una senda de crecimiento sostenido sin cargar al sistema productivo con nuevos impuestos o regulaciones.

El significado que sigue el liderazgo de Jara contrasta con grupos políticos que han retomado el debate sobre aumentar la captación de impuestos para costear iniciativas sociales. Sin embargo, en el equipo de la precandidata se opina que podría evaluarse una reforma de ese tipo en el futuro, siempre y cuando se cuente con un diagnóstico preciso, condiciones de acuerdo político y apoyo ciudadano.

En este momento, la campaña ha decidido enfocarse en lo que llaman una «agenda de gobernanza viable», que abarque el refuerzo del sistema sanitario, el respaldo a la educación técnica y universitaria, y una estrategia de empleo para jóvenes que ofrezca incentivos para la contratación formal. Todo esto dentro de un marco de eficacia y sin poner en riesgo el equilibrio fiscal.

De esta forma, la candidatura de Jeannette Jara se posiciona como una propuesta orientada a la gestión efectiva, con compromisos acotados y sin reformas estructurales de alto costo político en el corto plazo. La decisión de no incluir una reforma tributaria entre las prioridades refleja una apuesta por consolidar credibilidad ante el electorado, en momentos en que la ciudadanía demanda certezas y resultados concretos más que promesas disruptivas.

Por: Pedro Alfonso Quintero J.

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