Estados Unidos ha optado por eximir del pago de aranceles a la principal variedad de cobre que Chile envía a ese país, lo cual implica un considerable alivio comercial para el líder mundial en la producción del metal rojo. Esta acción se inscribe en el contexto de la aplicación de limitaciones a las importaciones de cobre que Washington había comunicado previamente, como parte de una táctica para potenciar su industria nacional frente a la competencia de artículos extranjeros, especialmente aquellos provenientes de China.
La resolución tiene un impacto positivo sobre el cobre en su forma natural, también llamado ánodos de cobre, el cual es el principal rubro de exportación de Chile en su relación comercial con Estados Unidos. Esta determinación garantiza que el mineral continúe entrando al mercado de Estados Unidos sin enfrentar el arancel del 25 % que fue aplicado a otros artículos de cobre desde el 1 de agosto.
De acuerdo con fuentes ligadas al sector minero, esta resolución es el resultado de gestiones diplomáticas y técnicas encabezadas por las autoridades chilenas, en coordinación con representantes de la industria del cobre, quienes argumentaron que el mineral exportado desde Chile no compite directamente con la producción estadounidense, dado que se trata de un insumo intermedio que es refinado posteriormente en el país norteamericano.
Sin embargo, la exención arancelaria no se extiende a todos los artículos hechos de cobre. Otros productos, como los cables, barras, tubos y alambres, han quedado fuera de esta disposición y aún deben pagar el impuesto adicional, lo cual genera incertidumbre entre los exportadores chilenos que son parte de la cadena de valor más sofisticada del metal. Este tema continuará siendo objeto de negociación entre ambos países, dentro de los mecanismos bilaterales diseñados para resolver disputas comerciales.
La determinación tomada por las autoridades de Estados Unidos ocurre en un escenario geopolítico caracterizado por el aumento de las tensiones económicas con China, donde el cobre y otros minerales esenciales han sido incorporados en las políticas de seguridad económica. Washington ha expresado su deseo de fortalecer redes de suministro más confiables y seguras, especialmente con aliados estratégicos como Chile, que además de poseer vastas reservas, tiene una tradición de estabilidad institucional y apertura al mercado global.
En el terreno político, la decisión fue acogida con prudencia, aunque de manera positiva, por las autoridades chilenas. Ellos resaltaron que esto representa un reconocimiento a la función estratégica de Chile en el suministro de minerales cruciales para la transición enérgica y tecnológica. Asimismo, se enfatizó la importancia de seguir reforzando las relaciones comerciales con Estados Unidos y garantizar que los próximos ajustes en políticas de aranceles no impacten de forma negativa las exportaciones chilenas.
Desde el sector minero en Chile, se destacó que la materia prima de cobre quedara fuera del nuevo arancel, aunque se subrayó la importancia de profundizar el diálogo para salvaguardar la competitividad de los productos con mayor valor añadido. Representantes empresariales del área indicaron que es crucial avanzar hacia una estrategia de integración que posibilite no solo exportar recursos básicos, sino también aumentar la participación de productos manufacturados a nivel nacional en mercados avanzados.
La Cámara de Comercio de Santiago, junto con otras organizaciones del sector exportador, ha señalado que conservar aranceles en productos con mayor valor agregado podría desincentivar la inversión en la industrialización local, lo cual contravendría los objetivos de diversificación productiva y creación de empleos calificados.
Mientras tanto, se espera que en las próximas semanas continúen las negociaciones técnicas entre ambos gobiernos, con miras a alcanzar un entendimiento más amplio que permita despejar el horizonte para todos los productos de cobre chilenos. En paralelo, se abren posibilidades para ampliar la cooperación en áreas como investigación tecnológica, sostenibilidad minera y trazabilidad de minerales, aspectos cada vez más valorados en los mercados internacionales.
