La reciente gira agroexportadora realizada por autoridades chilenas en Corea del Sur culminó con resultados concretos que fortalecen la relación bilateral entre ambos países, particularmente en materia de comercio agrícola, innovación tecnológica y certificación sanitaria. Durante una intensa agenda de reuniones con contrapartes gubernamentales y empresarios locales, la delegación chilena logró importantes avances destinados a facilitar el acceso de nuevos productos al mercado asiático, modernizar procesos logísticos y profundizar la cooperación estratégica en sectores clave.
Uno de los principales logros fue la consolidación del sistema de certificación fitosanitaria electrónica (ePhyto) entre ambas naciones. Chile se convirtió así en el primer país sudamericano en implementar esta herramienta con Corea del Sur, lo que permitirá sustituir documentos en papel por certificados digitales, optimizando la trazabilidad de las exportaciones agrícolas y reduciendo costos asociados al comercio internacional. La medida beneficiará principalmente a los exportadores de frutas frescas, que podrán agilizar el despacho y recepción de productos con mayores garantías sanitarias y menos trabas administrativas.
Además, se consiguió progresar en la apertura del mercado surcoreano para productos que previamente no tenían acceso. Entre estos productos se destacan las ciruelas frescas y la carne de cordero chilena, los cuales podrían empezar a exportarse próximamente, después de que se realicen las visitas técnicas planeadas para los meses venideros por parte de inspectores de sanidad de Corea del Sur. Asimismo, se debatió la posibilidad de acelerar la evaluación de otros productos agrícolas de interés estratégico para la nación sudamericana.
La gira también abarcó la presentación de una nueva estrategia para mejorar la competitividad en agroexportación, enfocándose en la sostenibilidad, la diversificación de los mercados y el incremento del valor añadido. Esta iniciativa fue recibida con interés por el sector privado de Corea, que expresó su deseo de investigar posibilidades de inversión conjunta en tecnología agrícola, logística y energías renovables, con especial interés en el hidrógeno verde. La delegación de Chile también impulsó la cooperación científica en áreas como la seguridad alimentaria, la investigación aplicada y el cambio climático.
Otro punto relevante fue el impulso a la modernización del Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente entre ambos países desde 2004. Las autoridades chilenas plantearon la necesidad de revisar las condiciones arancelarias actuales y ampliar el acceso preferencial a más productos agrícolas, como frutas, cereales y carnes. La actualización del acuerdo permitiría incorporar disciplinas modernas en comercio digital, propiedad intelectual, servicios e inversiones, alineándose con los estándares internacionales más recientes.
Durante los encuentros bilaterales, Corea del Sur ratificó su decisión de elevar la relación con Chile al nivel de “Asociación Estratégica”, lo que refleja el interés mutuo en profundizar la cooperación más allá del comercio. En este marco, se firmaron nuevos memorandos de entendimiento para ampliar el trabajo conjunto en áreas como minería, desarrollo rural, innovación tecnológica y fortalecimiento institucional.
Con esta gira, Chile refuerza su posición como socio confiable en el mercado asiático, en un contexto global cada vez más exigente en materia de calidad, sostenibilidad y eficiencia logística. El sector agroexportador chileno, que representa una de las principales fuentes de divisas del país, ve en Corea del Sur una plataforma clave para diversificar destinos y captar nuevos nichos de consumidores.
La gira terminó con una evaluación muy positiva por parte de las autoridades chilenas, quienes resaltaron el compromiso del gobierno de Corea en cuanto a la promoción del comercio y la colaboración científica. Se anticipa que los acuerdos logrados durante este recorrido resulten en un incremento considerable de las exportaciones agrícolas hacia el continente asiático a mediano plazo, además de una mejor integración de la producción nacional en las cadenas de valor mundiales.
En un contexto caracterizado por la competencia global y el aumento en las exigencias de alimentos que sean seguros, rastreables y sostenibles, este tipo de misiones comerciales son esenciales para colocar a Chile como un referente en la región en cuanto a la exportación de productos agroalimentarios de excelente calidad.
